Dicen que viajando se fortalece el corazón...

ojalá que esto pronto suceda!

jueves, 27 de enero de 2011

VIAJE AL SUR EN EL VERANO 2011... (Capítulo 4: CAMPING en el HUECHULAFQUEN y SAN MARTIN DE LOS ANDES)

El día sábado 8 de Enero nos levantamos, cargamos los bolsos y partimos hacia la aventura de acampar. Para eso tomamos la ruta que va hasta Aluminé (a 60 km de Pehuenia) y luego hasta Rahue (qué transparente y lleno de vida corre el río Aluminé al margen de nuestra ruta). De Rahue hasta Junin de los Andes se torna muy pedregoso el camino y con varias curvas (no es peligroso si se maneja con cuidado, pero pesado para el auto… y pesado el polvo que se viene encima… y más polvo) Casi llegando a Junín, pavimento al fin!... pero como nos dirigimos hacia el área Huechulafquen del parque Nacional Lanín seguiremos casi 50 km de ripio soportando piedras y polvo.

Allí nos recibe un gran anfitrión: el volcán Lanín, blanco e imponente.


Ya se divisa el lago Huechulafquen (en mapuche: lago de la frontera)


Poco después de encontrarnos con el lago Huechulafquen nos topamos con la entrada al parque donde abonamos $20 por ser mayores, y argentinos! Allí te dan todas las recomendaciones y responden a tus preguntas. Nosotros consultamos sobre algún camping organizado y vimos que el más cercano (a 25km) era el Bahía Cañicul, administrado por una comunidad mapuche.
La entrada a los camping organizados rondan los $25 por persona y la de los agrestes rondan los $15 (siempre hablando de mayores de 16, los menores abonan menos)


El entorno del camping Bahía Cañicul es lindísimo, como su nombre lo indica está sobre una bahía. Sin embargo, nosotros acampamos en la parte de la península porque allí encontramos menos gente, más tranquilidad, mesa y fogón libres.




El Huechu es imponente, bello, muy bello… las montañas majestuosas, salimos a recorrer y todos los caminitos son pintorescos…






Las críticas al camping: poquísimas duchas, los baños nos quedaban super lejos, el comedor no ofrecía demasiado y nos hicieron esperar un montón porque se quedaron sin pan casero para los choripanes… y los productos de la proveduría son carísimosss! Aparte mucha gente en la zona de la playa principal… demasiada!

Pero miren esto...

Pasamos una tarde con un sol rajante… a las 19 se puso más lindo, me mojé bastante entre las piedras, tomamos unos mates…


lagartijas fotografiadas por Joaquín

Las vistas de Bahía Cañicul... preciosas!



Y Joaquín más precioso aún ;)

Atardecer en el Huechulafquen... único

y antes de que cayera el sol (aunque hasta las 22 hubo luz natural) los hombres prendieron el fuego y yo empecé a armar algo con el arroz que ya habíamos llevado hervido (lata de atún, tomate y huevo duro)


Ellos ingeniaron con mucha creatividad una parrillita con cañas para asar unas hamburguesas… divina la parrillita. Todo lo saboreamos con placer…



Así como disfruté del fueguito de la noche. Tenía frío y fue bienvenido.


Fue divertido acostarnos en la carpa y jorobar un rato… pero cuando llegó el momento de dormir… no pude. Me salvó el quedarme tranquila con los ojos cerrados, intentar no moverme para no destapar al resto. Pero esa noche tuve frío, sueño, los colchones se corrían bajo nuestros cuerpos y encima… no puedo hacer mis necesidades si no voy al baño!!!! Así que debo haber dormido en total 1 hora y media (y no de corrido) Fue hasta ahora lo único que padecí en este viaje soñado.

A las 6.30 del Domingo 09 de enero nos levantamos y Fer me acompañó hasta los baños. El viento había empezado a soplar durante la madrugada y en ese trayecto tuve más frío. Cuando volvimos nos fuimos al auto, y nos dimos cuenta que otro día de acampe no iba a ser disfrutado. Sólo deseaba una buena ducha y dormirrrr!!!
Hostería Huechulafquen

Allí decidimos levantar carpa y buscar un lugar para desayunar cerca de Puerto Canoa. La hostería Huechulafquen nos salió al encuentro después de algunos km de abandonar Bahía Cañicul… y fue el desayuno mejor recibido en un lugar paradisíaco: café con leche con tostadas, manteca y distintos dulces!!!! Ya no importaba más nada!
Despidiendo al Lanín...

Cuando terminamos, Fer insistió para que vayamos hasta San Martin de los Andes para alojarnos… y fue una pegada!

El camino de Junín de los Andes hasta San Martin está pavimentado!!! Jaja y son apenas 49 Km. En un ratito estuvimos allí, averiguando alojamiento en la oficina de turismo. Conseguimos una habitación triple a $270 con desayuno en la hostería Cumelén, céntrica y con un dueño un tanto gruñón. No importaba nada, sólo llegar, darnos una ducha y dormirrrr!!! Así lo hicimos… y dormimos hasta las 16 hs… qué buen descanso!!!

Luego todo fue de nuevo hermoso, y es que San Martin de los Andes es tan bella, tan cálida con su madera,

comimos algo en Deli en la costa del lago Lacar (si van a mi diario de viaje de invierno verán que había mencionando que tiene una vista preciosa y que es un lugar económico)

Enfrente está la heladería Deli… probamos los helados, cremosos y riquísimos, bien artesanales!!! Los recomiendo!!!

Dimos vueltas por la costanera (obvio, me mojé los pies en el lago),

recorrimos el centro, la feria de artesanos de la plaza, tomamos un licuado y en medio de todo esto… Fer quiso llamar al hotel Angostura de Villa La Angostura para ir un día antes de lo previsto y alojarnos en una habitación. Sí, había lugar: $410 la triple con vista al parque… nos reservaron.


Ultimo paseo por San Martin antes de cenar, y dormirrrrr para partir mañana rumbo a la Villa.


Para recordar nuestro paso por San Martin... prometo la próxima estar más días...

1 comentario:

tana dijo...

muy lindo el viaje que hicieron, me llamo la atencion como resolvieron el tema de las hamburguesas !!! hermoso todo !!!!!!