Dicen que viajando se fortalece el corazón...

ojalá que esto pronto suceda!

lunes, 14 de marzo de 2011

VIAJE AL SUR EN VERANO 2011 (Capítulo 9: Lluvia en El Bolsón/Lago Puelo y día en Colonia Suiza + Campanario)


El sábado 15 de Enero amanece dudoso, pero apostamos a que salga el sol. Es entonces cuando decidimos viajar hacia El Bolsón Y hacia Lago Puelo (este último ya en provincia de Chubut) Lamentablemente nuestro pálpito no ocurrió, y a cada minuto, mientras recorremos los 130 km desde Bariloche hacia el destino elegido… el día irá empeorando. Y si bien pasamos lugares de ensueño como los lagos Gutierrez, Mascardi y Guillelmo, y curvas, y más curvas en una excelente ruta pavimentada, no podemos apreciarlos en su esplendor.


Lloverá ya llegando a El Bolsón y sólo podremos optar por almorzar algo en Lago Puelo, en un mediodía muy destemplado, donde a partir de allí nos acompañará la lluvia, y más, y mucho más al regresar. Ni ganas de recorrer el lugar, ni puedo recomendar o no recomendar. Estos son los únicos sitios de los que no hay registros de fotos. La vuelta será un tanto dura entre el tránsito, la lluvia imparable… y tantas curvas. Pero la compañía no decae en ningún momento, ni la algarabía del grupo…


A la tarde, ya en Bariloche, bajo la lluvia, elegiremos conocer el shopping de Bariloche, pequeño y totalmente olvidable. Luego, y mucha mejor opción, la calle Mitre. Por suerte la lluvia para y podemos realizar compras, llegarnos hasta el centro cívico, y luego cenar en “La Marca” (comida rica, precios razonables y un lugar acogedor) Un lugar ideal para compartir la mesa en familia y entre amigos. Habíamos ido en invierno, ya nos había gustado, pero esta vez lo encontramos más luminoso y alegre. Nos vamos a dormir esperando que al día siguiente mejore el clima.


El domingo 16 de enero no pinta demasiado bueno, y la lluvia sigue siendo una amenaza. Queremos ir a una playita a las orillas del Moreno, pero el viento nos vuela en ese sitio.


Entonces nos dirigimos a conocer Colonia Suiza, recorremos la feria (muy linda y variada), probamos las tortas fritas rellenas de jamón y queso (muy ricas), presenciamos cómo preparan el famoso “Curanto” (comida a base de verduras que cocinan bajo tierra)




Pero ese mediodía dudoso nosotros optamos por la riquísima fondeu de queso que tanto nos gusta.


Y luego seguimos visitando los lugares de artesanías y la pequeña capilla.







Fue una visita agradable la de llegarnos hasta Colonia Suiza, a pesar de los cambios climáticos que se fueron sucediendo estando allí. Luego la tarde mejora y ascendemos al cerro Campanario, desde donde se aprecian hermosas vistas del entorno de lagos, montañas y demás bellezas.

Una tarde fría, donde el sol asomó tímido y acompañó en algunos momentos.



Y donde nos detuvimos bastante tiempo contemplando las distintas caras que nos ofrecen los miradores del cerro.


Una más preciosa que la otra.



Y más tarde es cita obligada la merienda en la confitería del Campanario. Oferta variada y precios accesibles. Adentro calorcito, y afuera más frío.


Esa noche cenamos costeletas a la parrilla con ensaladas en la cabaña, desde donde, por momentos, se pudo apreciar la luna casi llena sobre el Nahuel.

martes, 8 de marzo de 2011

VIAJE AL SUR EN VERANO 2011 (Capítulo 8: Bariloche, circuito chico y Bellevue)


El viernes 14 de Enero logramos acomodar TODOS los bolsos en el baúl de nuestro Clío (los habíamos armado ya la noche anterior), dimos nuestra última mirada al bungalow querido, entregamos la llave y partimos rumbo a Bariloche.
Es muy lindo el recorrido desde la Villa hasta Bariloche, la ruta pavimentada se encuentra en muy buen estado, por lo tanto llegamos de manera rápida y tranquila a nuestro próximo destino.

Cruzamos la ciudad y por la Av Bustillo nos dirigimos a las cabañas que habíamos reservado: “El bosque de los elfos”, en el km 5,500 de la avenida, frente al lago Nahuel Huapi.
Las cabañas son bonitas, cálidas y acogedoras. Cada cabaña tiene nombre de un cerro. La nuestra es la “Tronador”. Desde ella gozamos de una pequeña vista del lago.


Esa mañana decidimos hacer el famoso circuito chico. Tomamos por la Bustillo hacia el LLao Llao y Puerto Pañuelo, al llegar allí seguimos el caminito rodeado de árboles (de cuento) hacia el punto panorámico. Antes paramos en una especie de mirador. Quedé enamorada de las riquísimas frambuesas ($8 la cajita) que se venden allí.



El punto panorámico en la ladera del cerro López tiene una vista impactante de los lagos Nahuel Huapi y Moreno, de Puerto Pañuelo, del hotel Llao Llao, de la colección única de árboles, de las aves de rapiñas que surcan el cielo, y el sol acompaña ese momento, embelleciendo los paisajes.





Volviendo ya, paramos almorzar en Bread, a metros del cerro campanario, frente al lago. Muy bello lugar, esa mañana probaré trucha al roquefort, exquisita… y un tanto cara.




De allí, vamos un rato a la playa del club regatas, el sol acompaña fuertecito, y podemos tomar un rato de sol.

Volvemos a las cabañas a dejar a Joaquín, y marchamos a una casa de té que Paula recuerda desde otro viaje que realizó: Bellevue.
Este lugar queda en el km 24 de la avenida Bustillo y es simplemente precioso. Su jardín de flores es indescriptible. Su variedad de formas y colores, sus tonalidades de verdes… y allí nomás: el Morenito. Apacible y revelador.


Tomamos té con tortas riquísimas, los demás de mousse de chocolate y frambuesas, yo de crema con frambuesas. Livianas y para nada empalagosas.

Luego bajamos a la orilla del Morenito por un sendero delicioso que conduce a la playita con muelle propio. Los juncos que crecen allí pasan a ser protagonistas indiscutidos de ese breve pero intenso momento.






El "Morenito" estaba precioso aquella tarde...
entre juncos, flores y todo lo esperable en estos casos
me tentó,
y descubrí que (sorpresivamente)
sus aguas eran templadas,
y ese simple hecho...
templó bastante más mi alma.

Las fotos abundan en la mejor hora para sacarlas, y Bellevue se convierte en uno de los mejores lugares para retener en imágenes y en nuestras almas.




Dan ganas de quedarse y quedarse allí. Muy bello.


Nos vamos con cierto estado de éxtasis…

Baño reparador, esa noche cenamos cazuela de salchichas en la cabaña, alrededor de la mediana mesa ratona. La charla se va profundizando, y las horas pasan amenas entre gente querida. Linda compañía.

Mañana será otro día…