Desde Bariloche (Río Negro), tomamos la ruta 40, pasando por El Bolsón y siguiendo hasta Esquel, puerta de acceso a este inenarrable lugar.
El 10 de Enero de 2013 emprendimos esta ruta, transitando las clásicas curvas (por momentos parecen interminables) desde Bariloche (donde habíamos pasado días inolvidables en Bellevue, cerquita del Llao Llao) hasta el El Bolsón. Camino que ya alguna vez habíamos recorrido bajo la lluvia, dos años atrás, con una alegre compañía. Esta vez el sol y una temperatura ideal de verano nos acompañarían siempre. Luego de El Bolsón el camino se vuelve menos sinuoso, y siempre en muy buen estado, hasta nuestro destino.
Llegando a Esquel...
La ciudad de Esquel es paso obligado para llegar al parque, la vimos de pasada y nos pareció bonita (quizás porque era una mañana preciosa y sabíamos que algo hermoso se avecinaba)
Acá dejo un pequeño mapa de la zona...
Vale la aclaración que desde Esquel hasta la entrada al parque la ruta 71 está pavimentada... y hasta el lago Futalaufquen también!!! esa fue una gran alegría, sobre todo pensando en la salud de nuestra Meriva.
Habíamos reservado por 3 noches en la hostería Quime Quipán, llegamos a ella andando aproximadamente 5 km de ripio en buen estado, bordeando el Lago Futalaufquen hacia la derecha. Acá va la ilustración...
Quime Quipán (de cara al lago, atendida con enorme amabilidad por Andrés Mermoud) y el restaurante Carhué (donde todas las noches comimos exquisiteces realizadas por Facundo y su gente) que la acompaña están situados en un lugar privilegiado junto al maravilloso Futalaufquen, quien me enamoró desde el primer instante!
Llegamos!!!!
La hostería...
Quimé Quipán tiene mi edad, 45 años. Esto también me conmovió porque ambas vimos la luz en 1967. Y tanta luminosidad nos recibió ese día...
La belleza del lago...
Y fue la combinación de ese clima ideal, en el lugar ideal, con la compañía ideal para ese momento que el Futalaufquen invitaba a sumergirse, a refrescarse, a admirarlo, a ser parte de él...
Momentos inolvidables que quedan grabados en el cuerpo,
alegría en la piel,
transparencias añoradas...
sonrisas al agua
Ese instante perfecto que quizás opacará otros instantes...
El lago Futalaufquen es de origen glaciar. Pertenece a la cuenca superior del río Yelcho. El origen del nombre proviene de la lengua mapudungún, de futa, que significa «grande» y laufquen, «lago».
Tiene una profundidad media de 150 metros, y una superficie de 4460 hectáreas. El río Arrayanes lo une al lago Verde. El lago desagua sobre el lago Kruegger que luego forma el río Frey y desemboca en el embalse Amutuy Quimei, la fuente del río Futaleufú, que, vía lago Yelcho y río Yelcho acaba en el Océano Pacífico.
Bueno, esos son datos para saber... mientras tanto un gran atardecer iba tiñendo con diversos climas cada instante. Hasta pasadas las 20hs tuvimos sol en la playa de Quimé Quipán. Por eso también digo que es un lugar privilegiado dentro del parque.
Mientras el sol se va ocultando entre montañas, otros colores aparecen...
Quizás hasta aparece otra manera de mirar...
Cuando ando un tanto sombría recurro a momentos así, mágicos pero muy reales,
y agradezco tanto!!! la caricia de esos paisajes que me permitieron estar allí, participando.
Dispuestos a captar su energía, más allá de las fotos...
10 de Enero de 2013
Otro día escribiré sobre el safari lacustre hasta el Lahuán milenario y también sobre el recorrido por el Parque por la ruta 71 hasta el lago Rivadavia.
Pero hoy me quedo con esto. Con esta bienvenida a Los Alerces, con este encuentro esperado, con el alma teñida de amorosa calma. Así intento viajar... ligera de equipaje y priorizando el alma.
Así deseo estar... gracias por leerme.
