A las 8.15 salimos de “A puro campo”, seguimos por la ruta 152 hasta Chacharramendi, luego por la 143 y finalmente por la famosa “ruta de la conquista del desierto”, en muy buen estado y con avisos a cada instante de prevención para evitar accidentes… hasta dejan autos al costado de la ruta en un estado calamitoso, autos de aquellos que se durmieron… y volcaron…
Son casi 200 km sin nada, aprovechamos para escuchar música, escuchar radio y hacer crucigramas.
Primera parada a 300km, en colonia 25 de Mayo… luego por la 151 y la autopista en los últimos km hasta Neuquén. Bastante molesto atravesar esta Capital y sus semáforos…
Luego seguimos por la 22 hasta Plaza Huincul (2da parada) y Cutral-có, Zapala hasta Primeros Pinos y luego… 63 km de ripio. Algunas pocas partes (sobre todo al principio) de un ripio que sobresale haciendo peligrar el auto, generalmente camino bueno… eso sí, hay que bancarse los 10 km de camino de cornisa que causa vértigo.
Me preguntaba durante esos 10 km si valdría la pena Villa Pehuenia tamaño recorrido… pero cuando estás por llegar, y se aparece en el horizonte el lago Aluminé, límpido y azulado, empezás a intuir que sí, que valió la pena.
Pehuenia, aldea de montaña, la anuncian los bosques de Pehuenes en ese camino que hace temblar y regocijar. Caminitos que suben y bajan, mucho verde, especies variadas, bosques… y él: el Aluminé (mañana veremos al otro, el compañero Moquehue)
Nuestra cabaña "Cochico" en el Complejo La Serena
Estoy muy cansada, pero adivino que mañana estaré MUY FELIZ, con la espléndida vista que tenemos desde nuestra cabaña Cochico (agua dulce en Mapuche) en el Complejo La Serena… un entorno de los que me encandilan y… alzo mi vista de la compu y... es increíble esto! Buenas noches.
Hoy 5 de enero de 2011, víspera de reyes, fue un día maravilloso de principio a fin…
Desde el desayuno en el balconcito de nuestra cabaña Cochico, hasta este momento en que estoy subiendo fotos y escribiendo mis impresiones de este día con mil momentos para el recuerdo…
A la mañana bajamos a la playa del complejo, playa recubierta con arena negra, huellas del volcán Batea Mahuida, acá cerquita nomás.
Orillas que rodean un Lago Aluminé (en Mapuche, Aluminé significa "Olla brillante") que estimula todos los sentidos.
Orillas que siempre busco… y sigo encontrando…
Escribiendo... a orillas del Aluminé
Los hombres planean irse a remar por el lago, toda una aventura, me interno bastante en las aguas para sacarles fotos, los veo alejarse… y me alegra estar con ellos en estos días…
Ellos se van alejando...
Y más...
Y más...
apenas son un punto en el horizonte...
La vuelta de los remadores...
Contemplativa me quedo tomando sol y escuchando el pequeño oleaje, cuando vuelven insisten en que los acompañe, vamos los 3, después voy con uno, después con el otro… una linda experiencia la remada en esas aguas claras y transparentes.
Nuestro balconcito da para todo
hasta para chatear...
Luego del almuerzo, emprendemos el paseo en auto hasta el volcán Batea Mahuida, a unos 12 km de Pehuenia, hay que cruzar la aduana hacia Chile y antes de la frontera, subir el camino al volcán. El parque, administrado por la comunidad Mapuche, se encuentra muy cuidado, su entrada sale $8. En invierno es centro de esquí. Primero nos dirigimos al mirador de las antenas desde donde la vista del Moquehue y del Aluminé y de La Angostura que los une (o separa) se ve imponente.
Luego seguimos subiendo al cráter del volcán, donde ahora hay una laguna con un fondo profundísimo. Todo el recorrido se realiza entre Pehuenes y Ponderosas.
A la vuelta entramos a La Angostura donde habita la comunidad Mapuche Puel y donde hacemos el recorrido de las lagunas y degustamos las tortas fritas recién hechas.
Esta será la primera vez que algunos tábanos nos molestarán… esperemos que nos sea leve los días que pensamos acampar…
Luego volvemos al complejo La Serena, bañito reparador (lástima que la ducha sea tan incómoda, es una de las pocas contras que le encuentro al alojamiento)
Hamburguesas a la parrilla, tele, a descargar fotos y escribir impresiones. Ah! Y a poner los zapatitos… porque sin duda los reyes pasarán… aunque yo por hoy estoy superobsequiada!
A orillas del Aluminé...
víspera de reyes
mi alma navega otra vez
arenas negras la acompañan.
Radales, Lauras y Maitenes,
testigos inesperados,
azules, verdes que conjugan
ritmo y melodía, silencios deseados
(Villa Pehuenia junto a Fer y a Joaquín)
El camino de cornisa valió la pena...
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