Dicen que viajando se fortalece el corazón...

ojalá que esto pronto suceda!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Imágenes de TIERRA DEL FUEGO en Otoño del año 1999

El 26 de Marzo de 1999 emprendimos (con mi hermana y unos amigos de ella) el viaje a Tierra del Fuego.
A continuación, algunas pocas imágenes que pude scannear y algunas transcripciones de mi diario de viaje que intento plasmar.


26/03/99 "Hoy llegamos a Ushuaia. El aterrizaje fue maravilloso: las montañas nevadas, el mar y el atardecer. No puedo creer estar aquí, en este punto del mundo. Recorrimos el centro, nos reímos mucho. Ahora me siento fatigada pero estoy muy feliz."


Así se veían los amaneceres desde el albergue de Ushuaia

27/03/99 Este día fuimos al Parque Nacional La Pataia "La Pataia fue ir descubriendo diferentes caras de la naturaleza. Bahía Pataia, el mar y las medusas. El almuerzo allí. El sendero por el bosque de lengas. El camino a laguna negra, los conejos y el encuentro con el aire, la luz, el suelo y el agua. Luego, laguna verde para terminar en el maravilloso lago Roca. Tomar agua, tocar las piedras, el silencio de la majestuosidad del lago y el paspartús de montañas."


Bahía La Pataia

Luego partimos por unos días al pequeño y querido pueblo de Tolhuin donde nos alojamos en la casa de Cristina y el tucu. Pura calidez, la de ese hogar y la de su gente.

28/03/99 "Y llegue al lago Fagnano. Claro, calmo ese día, pariente del Roca. Me mojé los pies. Se me congelaron pero lo disfruté mucho. Tomamos mate en las piedras. Visitamos fábrica de dulces y hay una confitería muy linda frente al lago. Nos volvimos a dedo. La ducha, después de todo, revitaliza."


Camino hacia el lago Fagnano

29/03/99 "Despertarse temprano para hacer dedo hasta Paso Garibaldi. Niebla, lluvia, y un recorrido espectacular hasta ese lago que se cubre y se descubre: lago Escondido. La hostería Petrel , los troncos (una mujer se cayó al agua), las agüitas que corren, las montañas reflejadas en este Escondido. Volvimos cantando (...) Una jornada feliz."

Los días siguientes viajamos un día a Río Grande y otro volvimos a Ushuaia, al parque nacional... esta vez le tocó el turno a Bahía Ensenada... otra orilla...
Y volviendo a Tolhuin visitamos el valle de los Huskies.
Las noches en Tolhuin tuvieron un destino recurrente: panadería La Unión. Corazón del corazón de la isla (así se lo llama al pueblo de Tolhuin)


Parque Nacional "La Pataia" en Tierra del Fuego
Pataia: bosque de la buena madera

01/04/99 "La mañana fue espléndida, un sol maravilloso. Caminata hasta el Fagnano. Con Marty nos tumbamos sobre las piedras, el lago era un mar, lleno de olas!!! Hermoso momento!!! (...) A la tarde fuimos a la hostería Kaiken. Volvimos siguiendo la orilla del lago, un camino único. (la Oración del Remanso fue una buena compañía en este viaje) Si todos los caminos pudiera recorrerlos de esta forma. Orillas, caminos..."

"En la isla te encontrás a vos mismo, y eso puede ser maravilloso... o puede ser terrible" (palabras de Antonio, un amigo del Tucu y Cristina)

Al día siguiente, 02/04/99, recibimos los 40 de Marty a orillas del Río Pipo, nuevamente en Ushuaia, el mejor sol de todos los días... digno para celebrar a esta libriana tan tan tan querida...

Fragmentos de este viaje...

sábado, 14 de agosto de 2010

VIAJE A BARILOCHE - VILLA LA ANGOSTURA (5ta parte Zona del Puerto)


El viernes 16 nos propusimos recorrer la zona del Puerto, es decir, la zona donde se encuentra nuestro hotel. Fue una suerte decidir esto, uno de los lugares más lindos de la Villa. Sin duda.


Desayunamos y partimos a realizar lo que se denomina el circuito histórico: empezamos con la residencia el Messidor, pequeño castillo de estilo francés construido 1942 por el arquitecto Alejandro Bustillo. Es la residencia oficial del Gobierno Provincial. Sólo lo recorrimos por fuera.



Después volvimos al Correntoso y encontramos la manera de descender hasta la costanera...



Luego visitamos la pequeña y encantadora Capilla de la Asunción, y rodeamos Laguna Verde (también llamada selva triste porque comentan que allí se ahogó una niña)





De allí bajamos hacia el puerto.


El sol acompañaba tímida pero continuamente nuestro recorrido: Bahía Brava (esa mañana no había bravura en su apariencia),




el istmo de Quetrihué (que es la entrada a la Península del mismo nombre donde se encuentra el Parque Nacional Los Arrayanes y su famoso bosque).


Coronamos la mañana en bahía Mansa, en la playita de nuestro hotel Angostura que también tiene muelle propio, en ese entorno de lago, montañas, nieve… verdes, azules y blancos que se combinan y suceden donde el sol juega un rol embellecedor.


(y como plus estar junto a la persona que una ama)






Allí cerquita, llegando por la misma playa, descubrimos el restaurante del Puerto. Y en ese lugar decidimos quedarnos almorzar ese mediodía pleno. Una vista impresionante de la bahía…


Regresamos por la misma playa al hotel, sin apuro, sin prisa… era como en el cuento del pájaro azul donde se descubre que la felicidad estaba tan cerca… así habíamos sospechado de nuestro sitio… y con creces confirmamos la sospecha!


Y esa tarde decidí quedarme un rato más en el comedor del hotel, saboreando algún té, escribiendo en mi netbook (llamada Nelly), levantando la vista en numerosas oportunidades para comprobar, a través de los ventanales, que el Nahuel se encontraba allí cerca y no se había ido, que la nieve aún no se había derretido y permanecía a pesar del sol.


Y a cada momento volví a registrar que era feliz.



Y fue la última tarde en La Angostura, la última visita al centro donde elegí el imán acostumbrado que traigo de cada lugar visitado. Florencia (la extraordinaria recepcionista del hotel) nos había aconsejado la casa de té de la Oma… y hacia allá partimos esa última tarde en la Villa, y también supimos de las exquisiteces que hace esta mujer (la Oma) desde hace muchos años… toda una tradición.

Y fue la última noche en el restaurante viejo Coihue. La última charla de sobremesa con Florencia (oriunda de Villa Gral Belgrano). El último sueño en la habitación con vista al lago de “nuestro” hotel Angostura.

Gracias a quien corresponda por tanto…

sábado, 31 de julio de 2010

VIAJE A BARILOCHE - VILLA LA ANGOSTURA (4ta parte) CAMINO DE LOS 7 LAGOS

En el camino de los 7 lagos...



El jueves 15 de Julio amaneció despejadísimo… será de los días más hermosos de este viaje… y sus imágenes quedarán grabadas en mi retina y en mi alma, llenándolas de gozo.

Desayunamos y emprendimos el camino de los 7 lagos. Esta ruta se divide en dos partes muy claras: la de ripio, llena de pozos, hay que transitarla entre 30/40 km por hora. Andarla con mucho cuidado. Como cuando en la vida el camino se presenta enrarecido. Hay que ser sumamente prudente y paciente, no? Y luego de 55 km comenzará la pavimentada. Mucho más grata para recorrer… pero tampoco sin apurarse, eh? Hay TANTO para celebrar en este camino ¡!!

Las orillas aparecen nevadas y la ruta despejada de nieve.
El lago Correntoso se presenta imponente y acompaña en gran parte de este primer tramo.

Enfrentados con el lago Espejo, al que admiraremos en todo su esplendor a la vuelta. Dicen que en verano el Correntoso es más cálido que el Nahuel… y aún más el Espejo para disfrutar de sus aguas. Este último tiene fama de ser el más reconfortante para un buen baño.
Como su nombre lo indica, el lago Escondido NO lo vimos a la ida… lo descubriremos a la vuelta!!! Increíble!!!

Respiramos al comenzar el pavimento.


Luego vendrán los que vienen de a dos: el Falkner y el Villarino.
De nuestra mano, el Falkner se presenta a nuestra altura y podemos apreciarlo muchísimo porque el camino da directamente a su costa. Y en ella claramente también se vislumbra un camping organizado para acampar ( en el verano!!! Ja)

Unos metros más estacionamos frente a la cascada Vullignanco para admirar y sacarnos fotos (como corresponde). Nos encontramos con gente de cerquita de Rosario, de la zona de Pérez, que viajan en sentido contrario. Cambiamos impresiones y seguimos cada grupo en su dirección. Ellos nos contaron que había nevado muchísimo en el Chapelco la noche anterior.


Y así seguimos viendo el entorno: a cada tramo, más blanco. Dignos paisajes de Dios.



Lago Villarino

El Lago hermoso no se ve desde la ruta de los 7 lagos, hay que adentrarse unos metros. Pero sí nos maravillamos con el Machónico. Volvemos a bajarnos del auto.


Lago Machónico

Espejado, luminoso, se ve inmenso… y una de las mejores vistas para detenerse y quedarse.



Ahí nomás, pasaremos desde lejos por el Meliquina… y por el cruce al camino que sube al cerro Chapelco… ya la cosa comienza a estar más transitada…
Y empezaremos a bajar, a bajar…
y el lago Lácar llegará transparente, azul, calmo… con una San Martin de los Andes cuidada y preciosa a sus pies.

Sonriente en este mediodía invernal. Luminosa, enmarcada de muelles y de construcciones que mantienen una coherencia con el entorno.



Es emocionante llegar, tanto como emociona el día y la oportunidad de haber recorrido este camino que tantas veces seguí en mapas y en relatos de otros viajeros. Ahora pude vivirlo.







No importa el frío. Al contrario. Se valora más el sol y la calidez de ese lugar en antítesis con las bajas temperaturas. Y en complemento.





Almorzamos en Dely. Y nos llevamos una grata sorpresa. Con el lugar privilegiado que tiene frente al Lácar, no se descolocan con los precios… bien por ellos. Y la comida es rica, y atienden bien. Mejor por ellos!

Luego recorremos la ciudad. La madera fluye. Tal cual se ve en las postales. Quizás un poco encajonada, pero todo parece de buen gusto.




Vamos retornando y la vuelta es imponente junto al lago. Junto a “los lagos”, junto a la nieve, con el paspartús de montañas… inmensidad que deleita…


Y aquí nos sorprenderemos cuando descubramos al “Escondido”… es que anda tan oculto él…

Y en el Espejo nos bajamos y nos des-pejamos con sus reflejos… bellísimooooo!!!




Lago Espejo







Y así seguimos… y volvemos a la preciosa Villa La Angostura y volvemos a nuestro querido Nahuel… una merienda rica en la pastelería de su centro. Nos antojamos de waffles de jamón y queso… sumamente recomendables!


Y de allí al hotel, al baño revitalizador, bajando las fotos que intentan plasmar algo de lo vivido…

Cena allí mismo, en el restaurante Viejo Coihue. Nada mejor que terminar un día tan especial en ese hotel, tocayo del lugar.


Hay tanto para celebrar en este camino...