El camino es entretenido, el día será el más feíto (climáticamente) del viaje entero. La duración del recorrido es de 1 hora. 15´ aprox.
Esta será la vista que tendremos desde la habitación en La Angostura
Villa La Angostura es preciosa. Esto sí que me gusta demasiado. Va a pasar a formar parte de un triángulo de lugares que relaciono y perduran en mi corazón: Villa Gral Belgrano (Y Los Reartes), Mar de las Pampas y La Angostura. A los 3 volvería una y otra vez en busca de madera, de verdes, de aguas, de caminos, de Paz.
La terminal queda en el famoso cruce que ahora conozco en presencia luego de verlo en tantas fotos. Ahora sin intermediarios aparece ante mí conectando 3 caminos: el camino del cual vengo desde Bariloche, la ruta de los 7 lagos y el camino que va a al Puerto. A este nos dirigimos en taxi.
En esa zona histórica queda el Hotel La Angostura (construido en 1938, sólo 6 años después de fundada la Villa), donde estaremos 3 días y 3 noches. Maravilla de hotel, mezcla de tradición, calidez y madera.
En un entorno único, frente al Nahuel Huapí (otra vez junto a él!), entre cipreses y coihues en un parque verde y nevado.
interiores del hotel Angostura
Desde la terraza del hotel y desde sus ventanas puedo ver el lago y sus embarcaciones en la bahía Mansa. Y allí, desde la vereda de enfrente, se alza erguida la península de Quetrihué. Dentro de ella se encuentra el Parque Nacional Los Arrayanes. Y el famoso bosque.
Ese miércoles, luego de llegar, nos aprontamos a alquilar un auto. Nos tocará un Suzuky negro que nos acompañará en esos 3 días.
La decisión de esa primera tarde en La Angostura fue subir hasta el Cerro de esquí Bayo, a 6 km.
Es muy lindo el camino, y en ese día destemplado, se nos presenta el Bayo muy nevado, haciendo las delicias de los esquiadores.
El Bayo es pequeño comparado el Catedral pero muy “abarcable”.
Almorzamos en el restaurante de allí: Barsovia, al pie de las aerosillas. Lindo, lindo todo.
Hasta nos cayeron algunos pequeños copitos de nieve.
Del Bayo bajamos y fuimos aprovechando los distintos miradores que ofrece para sacarnos fotos. Y nos volvemos a maravillar en cada curva.
De allí cruzamos toda La Angostura y vamos hacia el lago Correntoso y el lago Espejo, muy cerca de la Villa y ambos en ruta pavimentada.
El día no acompaña para apreciarlos; por suerte, tendremos revancha en otro momento.
A la vuelta paramos en el mirador Inalco sobre el Nahuel.
Nos vuela el viento y el frío nos atraviesa,
pero tengo mi alma llena de cosas hermosas.
Y después hacemos centro que a mí me encanta: mirar artesanías, preguntar precios, pararme en cada vidriera. Fer me tiene paciencia. Y después reclama la merienda… jaja. En esa vuelta al centro, nevará condimentando el paseo.
Entramos a tomar una taza de chocolate caliente para calentar el cuerpo.
Volvemos al hotel. Bañito. Cena allí mismo (el hotel La Angostura tiene su propio restaurante: Los Coihues) TV en la sala de estar… y a la cama que mañana nos esperan los 7 lagos… o más?
La Angostura, Villa y hotel... gracias por recibirnos!
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