El Martes 13 de julio volvió amanecer espectacular. Siempre sostengo que el clima que acompaña una excursión hace al 50 % (o más) de su disfrute. Ese día volví a comprobarlo.
Nos levantamos tipo 8 AM, desayunamos un buen desayuno buffet y esperamos en el lobby de la hostería que pasara la transfer a buscarnos. Esta nos llevó a Puerto Pañuelo desde donde abordamos el catamarán para navegar hasta Puerto Blest.
Vista dentro del catamarán... y luego salimos a cubierta... qué frío... pero hermoso
De un lado montañas nevadas de la provincia de Río Negro, del otro lado las de Neuquén en similar estado. La nieve, el cielo azul, el lago, el sol en lo alto.
Todo acompaña. Hasta las gaviotas…
En este transcurrir te ofrecen, como opcional, extender la excursión hasta el Lago Frías (casi en el límite con Chile) y navegar por este lago. Dudamos porque sale $70, pero gracias a Dios decidimos hacerlo.
El Lago Frías es de color verde y en su recorrido llegamos muy cerca del blanquísimo Tronador. Creo que logramos las mejores fotos de este viaje (hasta ahora) en esa navegación.
Espejo de agua, nos maravilla a cada instante.
Descendemos en el Puerto Frías, que nos recibe aún nevado.
Un zorrito se queda en la orilla recibiendo galletitas que los turistas le ofrecen. Todo es sumamente hermoso.
Araucaria o Pehuén
Infaltables los muñecos de nieve
...regresando a Blest...
Volvemos a Blest y almorzamos en el único restaurante de allí. Es caro y tendríamos que haber sido más previsores y llevar una viandita (como tanta gente hace). Pero bueno, la comida es rica y la atención es buena.
Puerto Blest
De Puerto Blest cruzamos en el catamarán a la otra orilla y subimos los tramos de escalinatas hasta la cascada de los Cántaros.
Son 500 escalones aproximadamente, ya que el último tramo está cerrado por decisión de parques nacionales.
Es un paseo un tanto cansador pero está bueno. Igualmente nada superará al Frías ese día.
Hora de regresar
Al regresar estoy tan cansada que le cuento a Fer que en esa vuelta no puedo ya valorar las maravillas que veo… ha sido tanto tanto… a veces los ojos no dan abasto. O el alma. No sé.
Agradezco por la belleza y la inmensidad manifiesta. Mis ojitos se cierran y retengo el verde del Lago Frías. Mañana nos esperaría La Angostura.
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