Dicen que viajando se fortalece el corazón...

ojalá que esto pronto suceda!

sábado, 14 de agosto de 2010

VIAJE A BARILOCHE - VILLA LA ANGOSTURA (5ta parte Zona del Puerto)


El viernes 16 nos propusimos recorrer la zona del Puerto, es decir, la zona donde se encuentra nuestro hotel. Fue una suerte decidir esto, uno de los lugares más lindos de la Villa. Sin duda.


Desayunamos y partimos a realizar lo que se denomina el circuito histórico: empezamos con la residencia el Messidor, pequeño castillo de estilo francés construido 1942 por el arquitecto Alejandro Bustillo. Es la residencia oficial del Gobierno Provincial. Sólo lo recorrimos por fuera.



Después volvimos al Correntoso y encontramos la manera de descender hasta la costanera...



Luego visitamos la pequeña y encantadora Capilla de la Asunción, y rodeamos Laguna Verde (también llamada selva triste porque comentan que allí se ahogó una niña)





De allí bajamos hacia el puerto.


El sol acompañaba tímida pero continuamente nuestro recorrido: Bahía Brava (esa mañana no había bravura en su apariencia),




el istmo de Quetrihué (que es la entrada a la Península del mismo nombre donde se encuentra el Parque Nacional Los Arrayanes y su famoso bosque).


Coronamos la mañana en bahía Mansa, en la playita de nuestro hotel Angostura que también tiene muelle propio, en ese entorno de lago, montañas, nieve… verdes, azules y blancos que se combinan y suceden donde el sol juega un rol embellecedor.


(y como plus estar junto a la persona que una ama)






Allí cerquita, llegando por la misma playa, descubrimos el restaurante del Puerto. Y en ese lugar decidimos quedarnos almorzar ese mediodía pleno. Una vista impresionante de la bahía…


Regresamos por la misma playa al hotel, sin apuro, sin prisa… era como en el cuento del pájaro azul donde se descubre que la felicidad estaba tan cerca… así habíamos sospechado de nuestro sitio… y con creces confirmamos la sospecha!


Y esa tarde decidí quedarme un rato más en el comedor del hotel, saboreando algún té, escribiendo en mi netbook (llamada Nelly), levantando la vista en numerosas oportunidades para comprobar, a través de los ventanales, que el Nahuel se encontraba allí cerca y no se había ido, que la nieve aún no se había derretido y permanecía a pesar del sol.


Y a cada momento volví a registrar que era feliz.



Y fue la última tarde en La Angostura, la última visita al centro donde elegí el imán acostumbrado que traigo de cada lugar visitado. Florencia (la extraordinaria recepcionista del hotel) nos había aconsejado la casa de té de la Oma… y hacia allá partimos esa última tarde en la Villa, y también supimos de las exquisiteces que hace esta mujer (la Oma) desde hace muchos años… toda una tradición.

Y fue la última noche en el restaurante viejo Coihue. La última charla de sobremesa con Florencia (oriunda de Villa Gral Belgrano). El último sueño en la habitación con vista al lago de “nuestro” hotel Angostura.

Gracias a quien corresponda por tanto…