Dicen que viajando se fortalece el corazón...

ojalá que esto pronto suceda!

martes, 1 de junio de 2010

EL MITO DEL ETERNO RETORNO... CON VARIACIONES

Retornar... por qué retornar? Simplemente porque hemos sido felices...

La Primera vez en los Reartes... corría el año 2002... semana santa
la primera vez que llegamos a este lugar en el mundo, a su río,
a su playa enmarcada en pinares,
llegamos... guíada por Internet a un sitio que no defraudó, más aún,
al que regresaría una y otra vez arrastrada por una poderosa atracción...
Quizás porque debía hacer necesariamente duelos en un nuevo lugar conquistado por mí
un entorno donde la ansiada paz y la comunión con la naturaleza serían fundantes.

Y así volvimos año tras año...


Recién en Enero del año 2007 decidimos veranear allí... y fue en ese momento que también descubrimos un complejo de cabañas precioso frente al río: Las Princesas.

Este fue el primer día en Las Princesas: el 1 de Enero del año 2007
Las cabañas... atrás de todo, en lo alto: la nuestra. Un hogar en el verano.
Los hermanitos desde aquella época ya eran muy cariñosos...
Y Joaquín (aún niño) bailaba con una Lluvia cachorra...
¿Por qué retornar?

Volver a pasar por lo mismo... la misma paz, la misma contemplación...
pero sutilmente transformadas

Enero 2008... los paisajes de Dios...
Desayunos especiales... como especial es el entorno...


la primera crecida que presenciamos... si eso no es una naturaleza abruptamente transformada

sorprende sin aviso... y quedamos en la orilla anonadados...


Y Lluvia goza de un baño en familia...
Los 4 en nuestro hogar
Granizo... tempestuoso... otro paisaje nuevo...
Y otra vez la calma... vacaciones 2009
Descubriendo nuevas ollas, sin tocar fondo... aguas cristalinas que refrescan... aguas...

un paseo en bicicleta
Año nuevo 2009, los cinco... picada, asado, luces navideñas...
Reartes en verano
Reartes en invierno

Volviendo una y otra vez, como en Julio 2009.
Reartes dá para soñar...
para largas charlas junto al río... las almas se confiesan...
Abril 2010... gozando de un clima veraniego
Reartes acompaña mis climas interiores, hace que me pierda para volver a encontrarme,

y es que cuando estoy confusa... me aclara.

¿Será la claridad de su río que provoca claridad en mi alma?

Y allí fui, en busca de nuevos aires...

necesitaba agua, y la encontré... sin estancarse, fluyendo... así siento fluir mi destino en ese sitio.

Navegando te encontré: aromas, sonidos, colores que desconocía.

Y fue la maravilla de encontrar algo por mí misma, sin intermediarios.

Esto me gusta. Esto elijo.

La furia se aplaca, se desvanece... desaparece. Y emerge por canales desconocidos del alma. Transformada en amor y agradecimiento.

El cielo (ese en el que, por momentos, descreo) se vuelve más creíble. Sí, siento que es más posible. Podría ser...
¿por qué no?